jueves, 25 de octubre de 2012

Diario de un cuerpo, a pleno pulmón.

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Escribo esto más consciente de mi cuerpo y sensible a él que de costumbre... Siento las yemas de mis dedos cuando teclean, siento mis nalgas en la silla, siento algo de frío y el sabor dulce de la merienda en mi boca.

Aviso: ¡este es uno de los efectos secundarios (o más bien primarios) de la lectura del libro “Diario de un cuerpo” de Daniel Pennac!

Si os atrevéis a lanzaros a esta experiencia extra(ordinariamente)-sensorial, os encontraréis también pensando en vuestra densidad (“pero, cuando estoy rodeada de gente, ¿cómo me perciben los demás?, ¿de qué modo influye en el entorno relacional mi presencia física?) y en la densidad de los demás (“uy, mira, pues esta persona tiene una presencia física más bien etérea” o, “caray, esta persona qué presente está en su propio cuerpo”).

Y, en cuanto os descuidéis un pelo, entraréis en el neblinoso asunto de lo visible y lo invisibilizado, en esa frontera confusa entre lo socialmente expresable y lo intímamente vivido.

Así, de la psicología a la sociología, este libro resulta doblemente original: porque pocas obras literarias han abordado el relato del cuerpo y porque vuelve, y hace volver al lector, a ese origen compartido por todos, nuestro cuerpo.

3 comentarios:

  1. Nuestro cuerpo es una máquina muy compleja y muy bien preparada. ¡Hay qué ver la de órganos que tenemos y cada uno cumple su función!
    Ya veremos si me animo a leer el libro, aunque interesante no es un tema que me movilice.
    Un saludo.

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  2. Me encanta tu blog! Amo leer :D Estoy creando mi propio blog "entrelineasylibros.blogspot.com" Aun no esta terminado y no se acerca al tuyo ni de lejos jaja, podrias darme algun consejo? Gracias por adelantado!

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  3. Gracias por tu comentario Jesica.
    Desde Fondo de Libros te animamos a la creación de tu blog. Consejos no podemos darte ya que seguimos aprendiendo día a día en esto de las bitácoras.
    Mucha suerte con tu iniciativa.

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