domingo, 3 de mayo de 2015

Mayo. Otelo





Creo recordar que he sido roseauniana desde pequeña. De esas personas que piensan que todo el mundo es bueno y solo las circunstancias hacen que se comporten de otra forma.

Otelo, hace unos tres años abrió para mí el universo del ardid y la capacidad de algunos para justificar los medios (lícitos o no) para conseguir un fin u objetivo. Algo que para mí permanecía en el punto ciego de mi entorno.

Hubo un tiempo en que creí que solo podíamos ser malos si nuestras circunstancias eran desgraciadas. Ahora he aprendido que la trama y el cotilleo están muchas veces antes de una gran traición. El ser bueno, tiene más que ver con la personalidad y la forma de entender la vida, que con las circunstancias vividas.
Otelo acaba con la vida de Desdémona como tantas personas acaban con parte de la vida de los que nos rodean. Es tan fácil ser perverso....

Otelo permitió encender la luz en el lado oscuro de las personas. Algo tarde quizás, pero más real de lo que en su momento me aporto la filosofía de Rouseau.

Queridas amigas, doy la bienvenida a Otelo, al ardid, la traición y al final trágico como tantas veces en la vida.

Carmen 

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